ANSIEDAD

ANSIEDAD

La ansiedad no libera el mañana de las penas, únicamente vacía el hoy de su fuerza.
Charles H. Spurgeon

Sentir ansiedad puede partir de muchas fuentes o pensamientos que tenemos a diario, la ansiedad puede generarse del miedo (aunque muchas veces no sabemos miedo a qué exactamente), del estrés, o muy bien de que constantemente tenemos pensamientos negativos acerca de nosotros mismos. Y es por esta razón que he puesto un día dedicado a la ansiedad, pues yo creo que la base para eliminar estos sentimientos de ansiedad y preocupación es trabajar en nuestra confianza y autoestima; después de todo, la ansiedad es un problema mental.

Como lo he dicho desde el principio nosotros mismos somos la causa y la solución a nuestros problemas. Así que en este día nos enfocaremos en pensamientos de tranquilidad, paz, seguridad, confianza, etc., y la mejor forma de obtenerlos es a través de nuestras afirmaciones diarias.

La constante preocupación y ansiedad pueden tener un gran impacto en tu vida. Te pueden mantener despierto toda la noche, te mantienen tenso y nervioso durante el día; te pueden mantener temeroso a cualquier cambio, pero al mismo tiempo es algo a lo que ya te has ido acostumbrando y que puede ser difícil cambiar.

Para los que padecen de ansiedad crónica es muy común que esta ansiedad sea alimentada por pensamientos negativos y positivos acerca de la ansiedad, es decir, por el lado negativo sabes que el preocuparse tanto te puede causar daño, que te puede volver un poco loco o que puede afectar tu salud. Del lado positivo, puedes creer que el preocuparte te puede ayudar a evitar cosas malas, que previene problemas o que te prepara para lo peor.

Las creencias negativas o básicamente preocuparte por que te preocupas únicamente añaden más ansiedad a la ansiedad que ya tienes. Parece difícil romper la cadena de preocupación y ansiedad, pero para poner un alto a todo esto hay que empezar por el principio, o sea, hay que liberarse de la creencia de que el preocuparse te puede generar algo positivo. Reconocer que el mismo hecho de preocuparte es realmente el origen del problema y el problema en sí mismo. No es la solución, y lo único que te quedará es tomar el control de tu mente.

EJERCICIO #1 - LIBÉRATE DE LA ANSIEDAD
En ese momento donde puedas reconocer que comienzas a estar ansioso realiza el siguiente ejercicio de respiración, el cual te ayudara a controlar el sentimiento y poder enfocarte en la tranquilidad que eres capaz de generar en ti mismo.

1. Encuentra un lugar tranquilo, donde no vayas a ser interrumpido por al menos 5 minutos continuos.
2.  Respira profundamente tratando de dirigir el aire hacia tu abdomen. Di la palabra "Tranquilidad" mientras inhalas, después exhala lentamente.
3. En el momento en que estas exhalando, visualiza el estrés y la tensión saliendo de tu cuerpo y piensa en la palabra "Me relajo".
4. Deliberadamente haz que tus músculos se relajen al momento que estas exhalando.

HÁBITOS QUE TE AYUDARÁN A MANEJAR LA ANSIEDAD
Algunos consejos que te ayudarán a manejar tu ansiedad y poco a poco reducir la tendencia a sentirte preocupado son:

NO TRATES DE DOMINAR O ELIMINAR COMPLETAMENTE LOS PENSAMIENTOS ANSIOSOS

Básicamente el decirte a ti mismo o que alguien más te diga "Deja de preocuparte" no ayuda en nada. Tal vez puedas manejar tu ansiedad por un momento, pero es más difícil hacerlo si te dices a ti mismo y te obligas a dejar de preocuparte. Es posible que si lo intentas lo único que harás es traer más ansiedad a tu mente, pues te harás más consciente de que es necesario eliminarla trayéndola más a tu consciente. Es por esto que es más fácil que te des permiso de preocuparte, pero con un tiempo limitado y en un tiempo específico. Es decir, lo primero que vas a intentar es postergar preocuparte.

"Si me voy a preocupar, pero al rato, cuando sea el momento de hacerlo."

PERIODO DE PREOCUPACIÓN

Elige un momento en el día donde te permitas preocuparte y mide tu tiempo. Trata de que sea a la misma hora todos los días y trata de evitar hacerlo antes de irte a la cama, pues lo único que harás es mantener esos pensamientos y no podrás dormir.

Durante este período y únicamente en este periodo podrás preocuparte acerca de todo lo que quieras, recuerda que el resto del día es libre de toda preocupación y/o ansiedad.
Si en algún momento del día empiezas a sentir preocupación, détente y repite:

“Este no es el momento para preocuparme, lo haré más tarde en mi periodo de preocupación”

ENCUENTRA LA DIFERENCIA ENTRE PROBLEMAS CON SOLUCIÓN Y PROBLEMAS QUE NO LA TIENEN

Pregúntate si el problema tiene una posible solución. Estudios científicos han comprobado que mientras piensas en resolver el problema, te hace sentir más relajado pues te puedes alejar un poco del sentimiento de preocupación y de ansiedad cuando estás buscando la solución y podrás obtener un sentimiento de que has logrado algo. 

¿Te das cuenta que existe una diferencia entre preocuparse y tratar de buscar una solución?

Cuando buscas una solución estás tratando de encontrar lo necesario para poder lidiar con el problema, en cambio el preocuparse sólo se enfoca en el sentimiento y rara vez te conducirá a una solución. Si de repente te empiezas a preocupar por algo, las siguientes preguntas te podrán ayudar a diferencias entre algo que vale la pena resolver y algo que simplemente no existe.

• ¿El problema es algo que estás viviendo actualmente o que está presente?
 ¿es algo que te estás imaginando o un hubiera... o… si pasa esto...?

• Si el problema es algo imaginario, ¿cuál es la probabilidad de que realmente pueda pasar?

¿tu preocupación es realista?

• ¿Puedes realmente hacer algo acerca del problema, te puedes preparar, o realmente está fuera de tu control?

Después de esto puedes determinar si es necesario encontrar una solución porque es algo que SI puedes resolver. Por ejemplo, si estas preocupado por tus deudas, podrías establecer un plan de pagos o llamar a tus acreedores para establecer un calendario de pagos flexibles.

En cambio, si tu preocupación resulta algo que no puedes resolver y por lo tanto algo improductivo te darás cuenta inmediatamente que no vale la pena preocuparse por eso, algo como: 

¿Y qué pasa si me da cáncer algún día? o
¿Qué pasaría si mis hijos se encuentran en algún accidente?
Este ejercicio te ayudará a reconocer que esto solo es un futuro incierto que no va a pasar y que no le debes de dedicar más tiempo.

ACEPTA LA INCERTIDUMBRE

Parte de manejar las preocupaciones que no tienen solución es aceptar que hay cosas impredecibles y que la incertidumbre es parte de nuestras vidas. Tal vez pienses que al preocuparte y pensar todos los posibles escenarios te estás ayudando y te estás preparando para lo peor; pero en realidad lo único que haces es traer todo lo negativo que has estado pensando por años a tu vida. 

¿Por qué?
porque así cómo es posible cambiar nuestra vida positivamente, así de fácil es posible afectar nuestra vida negativamente. Es decir, lo único que necesitamos es mantener nuestro subconsciente y consciente en una frecuencia negativa por un período de tiempo para que nosotros mismos comencemos a actuar de esta forma como si ya estuviera pasando y con esto sin querer conscientemente nos estaríamos generando eso que tanto nos ha preocupado y que no queríamos en nuestras vidas.

Date cuenta que al mantenerte preocupado lo único que logras es perderte de tu vida, de la felicidad que te puedes generar y cómo puedes disfrutar tu vida y tu alrededor.

EJEMPLO DE AFIRMACIONES

 Voy a estar bien. Mis sentimientos nos son siempre racionales.
 Simplemente me voy a relajar, a tranquilizar y todo va a estar bien.
 Esta imagen que tengo en mi mente no me gusta y no es una imagen racional. Voy a enfocarme en algo agradable y que me guste.
 Estoy tranquilo y sereno
 En cada respiración, cada vez que inhalo me calmo y cada exhalación que hago se lleva la tensión.
 Me amo a mi mismo profundamente e incondicionalmente
 Tengo la confianza de que soy capaz de resolver cualquier problema exitosamente
 Trasciendo cualquier tipo de estrés; yo vivo en paz.
 El futuro es bueno. Lo espero con esperanza y felicidad.
 La vida es maravillosa. Confío en Dios/Universo para vivir una buena y satisfactoria vida
 Puedo sobrellevar y superar mis miedos de cualquier cosa y vivo mi vida valientemente.
 Reconozco que, la única constante en mi vida es el cambio y estoy preparado para él.
 Soy libre de todo tipo de ansiedad y vivo mi vida tranquilamente
 Estoy bien. Mis sentimientos no son siempre racionales. Únicamente me relajaré, me tranquilizaré y todo estará bien.
 En este momento tengo sentimientos que no me gustan. En este momento se están disolviendo y me enfoco en mí alrededor.
 La ansiedad es un hábito al que me he acostumbrado. Estoy cambiando este patrón de comportamiento y tranquilamente rompiendo el hábito.
 Me siento en paz, a pesar de mi ansiedad, y esta paz y tranquilidad comienza a crecer en mí.
 Confío en que tengo la capacidad de resolver todos los problemas que se me presenten exitosamente.
 Con cada respiración, me libero de mi ansiedad y me tranquilizo más y más.
 El futuro solo trae lo mejor para mí. Lo espero con esperanza y felicidad.
 Mi ansiedad no me controla
 Me siento en paz y tranquilidad
 Mi piel se tranquiliza y mi cuerpo siente quietud. Mi cuerpo me avisa con sus señales y  las escucho y trato de cambiar lo necesario para estar mejor.
 Descanso, me despejo. Se abren nuevas posibilidades a cada instante para mí y para la gente que quiero.
 Estoy dando los pasos adecuados en la dirección correcta, ya que sé hacia donde voy.
 Tengo paciencia y estoy tranquilo porque lo hago paso a paso con convicción y serenidad.
 Yo puedo ver la oportunidad en cada experiencia que vivo.
 Mis emociones sólo son de paz, alegría, comprensión y amor.
 Me bendigo y bendigo a todos a mi alrededor, aunque algo de ellos me esté molestando. Todo está bien en mi mundo.

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