
Seminario de 4 semanas ( Cada semestre ) dedicado al autoconocimiento y a la búsqueda del ser verdadero. Compartiendo diversos temas que van desde lo espiritual hasta lo científico, psicológico, artístico, literario, físico, etc. Procesos de Vida nace en el año 1986, en 33 años más de 4500 personas han vivido esta experiencia profundamente transformadora.
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lunes, 29 de septiembre de 2014
sábado, 27 de septiembre de 2014
LA DISCIPLINA
NO DEJEMOS DE APRECIAR A NUESTRA BELLA PATRIA.
CUANDO CAMBIE NUESTRA MENTALIDAD, SEREMOS EL PAIS MAS PODEROSO DEL MUNDO.
APLICA ESTAS ENSEÑANZAS PARA QUE LAS NUEVAS GENERACIONES SEAN NUESTRO ORGULLO.
miércoles, 3 de septiembre de 2014
FALTA LA FELICIDAD
El otro día observé ciertas
conductas que parecerían no tener demasiada relación entre sí.
Una persona
que suele tomar a diario, hasta quedar obnubilada. Comienza en el horario que
puede (al mediodía los fines de semana o al volver del trabajo en días
laborables) y, al terminar la jornada, está literalmente mareada e incoherente,
siete días a la semana. Como socialmente está permitido y, en algunos ámbitos
como fiestas o reuniones, alentado, se podría suponer que este comportamiento
pasa desapercibido.
Personas que trabajan demasiado y
parecerían no poder funcionar sin este requisito. De lunes a viernes, sus
jornadas pasan largamente las horas recomendables e incluso consideradas
posibles, y sábado y domingo algo siempre se filtra: horas delante de la
computadora, llamadas telefónicas o lectura que documentos que han quedado
pendientes. Y no lo hacen por necesidad (ya que quienes tienen varias
ocupaciones por dificultades económicas tienen otros motivos para hacerlo)
Amantes del ejercicio físico que lo
realizan hasta quedar exhaustos. Casi todos los días, durante varias horas,
llueva o haga sol, incluso aunque tengan dolores o lesiones (lo que a otros les
implicaría la decisión de tomarse un descanso necesario), practican un deporte
o alguna disciplina (en el gimnasio o al aire libre) arduamente. Lo que a
simple vista suena a una práctica saludable, en la exageración no lo es y logra
el mismo efecto que las dos anteriores.
El denominador común que hallé en
estos comportamientos, según mi perspectiva, es la falta de felicidad.
Se trata de gente disociada de sus
emociones y, para lograr este alejamiento, se esfuerzan mucho más de la cuenta
en crear y en mantener un hábito hasta llegar al agotamiento físico/mental y
así permanecer obnubilados.
Cuando logran que esas actividades
que les consumen la mayor parte del tiempo y de la energía se conviertan en una
rutina, ponen piloto automático y siguen así, alejados cada vez más de sus
sentimientos.
Incluiría en este grupo a esas
personas que nunca se separan de su celular. Están permanentemente mandando
mensajes, leyendo noticias, “compartiendo” en Facebook o en Twitter, haciendo
llamadas, etc. No respetan comidas, reuniones o conversaciones que surgen en el
hogar o en cualquier otro entrono que estén: hacen acto de presencia pero su mente
(y sus emociones) no están en ese sitio. Tal vez piensen que están
comunicándose con los demás, pero la realidad es que el aislamiento aumenta
gradualmente y, por el contrario, sus habilidades para conectarse en vivo y en
directo con los demás se van atrofiando.
¿Por qué falta de felicidad?
Cuando necesitamos dejar de estar
presentes en el aquí y ahora y buscamos -hasta encontrarla- una vía de escape,
se nubla la capacidad de relacionarnos con el entorno y, por consiguiente, de
sentir dolor o tristeza – ¡pero también felicidad! Esto es, sin lugar a dudas,
condenarnos a vivir a medias.
Este desequilibrio puede mantenerse
durante un tiempo, pero ya aparecerá el detonante que te hará torcer el rumbo y
volver a acercarte a tu interior.
Los escapismos nunca son el mejor camino a seguir.
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