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jueves, 30 de diciembre de 2010

El Poema eres Tu


  1. Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.
  2. Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar. El presente es como debe ser. Refleja infinitas leyes de la Naturaleza que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa. Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él.
  3. Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás recontactándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que conviene o no te conviene.
  4. Renuncia a tu necesidad de aprobación externa. Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.
  5. Cuando te descubras reaccionando con enojo u oposición ante cualquier persona o circunstancia, recuerda que sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Cuando renuncies a ese enojo te curarás y cooperarás con el flujo del universo.
  6. Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí dentro. Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior. Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta desaparecerá.
  7. Libérate de la carga de los juicios. Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de autoaceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.
  8. No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.
  9. Reemplaza la conducta que motiva el miedo por la conducta que motiva el amor. El miedo es un producto de la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita. Pero tratar de imponer el pasado al presente jamás acabará con la amenaza del sufrimiento. Eso sólo ocurre cuando encuentras la seguridad de tu propio ser, que es amor. Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.
  10. Comprende que el mundo físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda. La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos. Como estás inseparablemente vinculado con el todo, no puedes permitirte el contaminar el aire y el agua del planeta. Pero en un plano más profundo, no puedes permitirte el vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento crea una impresión en el campo total de la inteligencia. Vivir en equilibrio y pureza es el más elevado bien para ti y para la Tierra.”

    Deepak Chopra

martes, 28 de diciembre de 2010

MENSAJE DE FIN DE AÑO




Mis Bienamados:
Ha sido este un año de profundos y notorios cambios tanto en las personas como en el planeta, y se ha visto como los procesos de cambio se han acentuado generando las consecuentes crisis a nivel global.  El clima por ejemplo, es un buen indicador de ello, y lo que se le ofrece al planeta y a la humanidad es hacer uso de toda la resiliencia disponible para afrontar con valor y creatividad lo que se viene por delante.  Muchos hemos de comenzar de cero a repensarnos, no solo a nosotros mismos o a una población, una ciudad, un país, sino el planeta y la humanidad entera.  Pero ese repensarse, ese reconstruirse, implica una gran transformación interior a nivel de los individuos.  Quienes en verdad ya lo han hecho tienen y muestran toda la capacidad para crecerse frente a las adversidades y dan rienda suelta a su creatividad para hacer propuestas novedosas y constructivas, ya están soñando un futuro distinto para sí mismos, para los demás y para el planeta.  En esa dirección se encuentran trabajando.  Por el contrario quienes aún no han entendido esto, por el motivo que sea, son aquellos que se quejan, aquellos que lloran, aquellos que esperan aún que alguien venga a redimirlos y a arreglarles los problemas, en fin, son aquellos que han elegido el sufrimiento y el camino de la expiación, tan cómodo para algunos, ya que les resulta más fácil quejarse, ante cada solución suelen ver cientos de problemas, y se tornan en los palos que se atraviesan a la rueda del cambio y la renovación.  ¿Por qué?  Por miedo, ya que él es hijo de la ignorancia.  Hace más de veinticinco años todo lo que está sucediendo se sabía, de diversas maneras nos lo habían dicho, pero era más cómodo desoír las voces de advertencia y más elegante posar de escépticos.  Hubo en ese entonces unos cuantos científicos, para no hablar de otras voces con menor credibilidad pero no menos cualificadas y conscientes del problema que se nos venía encima, que fueron vituperados y calificados de profetas del desastre y de querer generar pánico o histeria colectiva.  En ese entonces ya se hablaba del desastre generado por el clima extremo, del implacable ajuste de las placas tectónicas, del efecto de invernadero y que ahora, más elegantemente, llamamos calentamiento global, y se hablaba también de la perversión de los valores y principios que se hacen tan necesarios para la evolución de una humanidad digna y organizada que en verdad desee conquistar un plano evolutivo más consciente y elevado. 
¿Qué podemos esperar entonces en este momento en que muchos lo han perdido todo?  ¿En este momento en que cualquiera de nosotros puede verse inmerso en circunstancia semejante?  Lo tenemos ante nuestros ojos, se ha puesto de moda en estos días; lo que no pudo el baño de sangre de años, generado por la violencia extrema de quienes trabajan bajo la influencia de las fuerzas oscuras, no importa el rótulo que se pongan, lo ha podido el invierno, las inundaciones, los deslizamientos y derrumbes, y se llama solidaridad, compasión, en últimas amor por el prójimo y esa es la única fuerza capaz de salvarnos, pero debemos permanecer despiertos y trabajar con mayor ahínco.  Tal vez los desastres, el dolor y la muerte estén al acecho, pero todo esto tiene un propósito y es el de conmovernos, de hacer aflorar en cada uno lo mejor que tenemos, y de permitirnos dar lo mejor que podamos de nosotros mismos a los demás; es una forma dolorosa de sacudirnos porque es lo que tenemos que hacer, despertar, pensar en el otro, en los demás y darnos cuenta que la tarea que tenemos por delante hasta que se nos agoten las fuerzas, es hacer renacer en cada uno de nosotros un ser distinto, más elevado, más consciente y así mismo construir un mundo y una humanidad distinta regida por principios de amor, bondad, compasión, justicia e igualdad.  Son estas las verdaderas conquistas para el Espíritu Humano, todo lo demás, lo material habrá de quedar aquí cuando nos hayamos ido.

¡QUE TENGAN TOD@S USTEDES UNA FELIZ NAVIDAD Y UN VENTUROSO AÑO 2011!