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sábado, 31 de octubre de 2009

LAS LÍNEAS HARTMANN.


INTRODUCCIÓN. Que el entorno afecta a nuestra salud es algo obvio. Sin embargo, no son tantas las personas conscientes de hasta qué punto esa afirmación es real. Y es que todos estamos sometidos en nuestra vida diaria a corrientes subterráneas, problemas telúricos, radiaciones solares contaminación atmosférica, campos eléctricos y electromagnéticos, ruidos, materiales radiactivos y cancerígenos... Factores a tener en cuenta porque son fuentes de desequilibrio.

Por estas líneas, circula el exceso de radiación tanto cósmica como telúrica. Si los niveles radiactivos son muy elevados la red se hace muy tupida formando retículas de un metro cuadrado; a medida que descienden los niveles se van espaciando: 2 x 2, 4 x 4, etc. Son puntos especialmente peligrosos las intersecciones o cuando confluyen dos líneas, afectan a la salud sobre todo cuando se suman a las corrientes subterráneas o a las fracturas geológicas.

Existen múltiples evidencias de que nuestros antepasados eran maestros en el arte de la geobiológica, y vivían en total armonía con su entorno. No es por casualidad que los lugares más sagrados de la humanidad (monumentos megalíticos, pirámides, templos, catedrales,...) estén situados en zonas de fuerte actividad telúrica y alta concentración energética. Las antiguas civilizaciones conocían de la existencia de este tipo de energía, se basaban en el conocimiento de los puntos y lugares de la Tierra en los que las energías y las vibraciones electromagnéticas fuesen positivas, usaban la geomancia, observaban el terreno, se valían de instrumentos destinados para ello, de la sensibilidad energética y telúrica de los animales y de las personas preparadas y dedicadas a estas técnicas y labores.

QUE ES LA RED HARTMANN. De la tierra emana una complejísima radiación constituida, de una parte, por las energías telúricas y electromagnéticas propias del planeta y, de otra, por las energías y radiaciones cósmicas que él refleja o refracta. Como nos enseña la acupuntura, el Reiki y otras terapias, el cuerpo humano está recorrido por meridianos energéticos y tiene unos puntos de fuga, así como unos núcleos o centros energéticos que la mística oriental denomina Chakras. De igual forma la tierra posee redes energéticas, con unos puntos de emanación más fuertes que otros, ciertas zonas geográficas podrían considerarse focos energéticos.

En la tierra observamos el fenómeno de absorción, almacenamiento y transporte de energía, relacionado directamente con la climatología, las corrientes oceánicas, los cambios estacionales, las mareas, etc. que se caracterizan por su uniformidad y equilibrio

El sistema de franjas de radiación, consideradas como líneas de fuerza del campo magnético terrestre y llamadas "red H" o "red de Hartmann" en honor a su descubridor, Ernst Hartmann, son como paredes invisibles desde la tierra hasta la ionosfera, y su efecto se manifiesta hasta el piso más alto de un edificio, atravesando cualquier tipo de material. Convergen toda una serie de factores distorsionantes, como una mayor ionización, mayor incidencia de radiación cósmica, mayor presencia de radiaciones gamma, mayor afluencia de neutrones desde el interior de la tierra, mayor presencia microondas, etc.

El origen de la red Hartman se atribuye al campo magnético y eléctrico terrestre, (por lo que muchos la consideran como el sistema nervioso de la tierra) Hoy en día resulta más nociva que antaño porque la tierra la utiliza también para canalizar el excedente de campos electromagnéticos artificiales creadas por el hombre (conocido como electro-smog)

Estas radiaciones se originan, por vetas de agua terrestre y fallas geológicas y por un sistema de franjas de radiación que se consideran como las líneas de la fuerza del campo magnético de la tierra.

De la diferencia de potencial, producida por las cargas negativas presentes en la superficie de la Tierra y de las positivas contenidas en la ionosfera, se genera un campo eléctrico natural que, junto con las corrientes telúricas, las retículas geomagnéticas y otras fuerzas, constituyen el conjunto de las radiaciones de la Tierra.

EFECTOS. Estas franjas pueden ocasionar malestares y desequilibrios en la salud física y emocional, cuanto más tiempo permanecemos bajo sus efectos mayores serán sus causas pues debilitan el sistema inmunológico. Esta energía puede incidir sobre nosotros sin que lo sepamos, puede que alguna coincida sobre la cabecera de nuestra cama y su efecto es el insomnio, como efecto más simple. Los lugares "alterados" por energías pueden interrumpir el sueño; los niños son especialmente sensibles e intentan evitar estas energías durmiendo en un extremo o atravesados en una esquina de la cama. Un truco para evitar o neutralizar esta energía en el dormitorio es usar materiales aislantes como por ejemplo madera, lana o el bambú.

Este exceso energético provocado por la sobre exposición a las energías telúricas o geopatógenas es liberado por el organismo humano de muy diversas formas. Generalmente la hiperactividad y el nerviosismo son las más corrientes, por contra, las personas más tranquilas que no exteriorizan su tensión o no la descargan suelen verse afectadas por dolencias internas más o menos graves.

Los peores lugares son aquellos donde las redes de Hartmann cruzan una falla o una veta de agua o río subterráneo.

Pueden incluso afectar y destruir nuestro campo magnético individual y protector personal de cada uno. El organismo tiene la suficiente capacidad de descompensar las perturbaciones pasajeras que puedan causar un campo magnético externo desarmónico, pero si queda expuesto un tiempo muy prologado a las influencias energéticas nocivas de un campo más fuerte, entonces las células se despolarizan y ya no trabajan en relación armónica, produciendo así desorden en el organismo, notándose físicamente sus efectos en el cuerpo humano.

CURIOSIDAD. Durante la noche la Tierra descarga las radiaciones solares y cósmicas que ha absorbido durante el día. Entre las 2 y las 4 de la mañana se constata un fuerte incremento en la intensidad de las líneas Hartman, razón por la cual hay gente que suele despertarse a esas horas.

CÓMO DETECTARLAS. Existen varios métodos para determinar la exactitud del lugar en el que se encuentran estas franjas de energías telúricas así como también sus cruces. Los aparatos usados detectan una perturbación, un cambio brusco de la energía.

**Una manera sencilla es observar a los animales, si es que tenemos la suerte de tener alguno en casa, porque al igual que las plantas tienen un sexto sentido capaz de detectar estas energías sutiles de la tierra. Si tenemos un sofá en el que acabamos cansados o malhumorados siempre que nos tumbemos en él, y si además nuestra mascota no quiere estar en este, es muy probable que pase una franja hartmann justo por donde esta el sofá, lo mejor es cambiarlo de sitio. Si nos fijamos en los animales salvajes podemos observar como eluden las zonas geopatógenas ya que no hacen sus madrigueras ni sus nidos en estas zonas.

Igual pasa si colocamos plantas en un mismo rincón o espacio, y todas acaban muriendo en ese mismo lugar, puede que pase por él una línea hartmann. Es por ello que muchas veces solo viven las plantas en una parte del mismo y en la otra nada sobrevive, porque lo atraviesan estas franjas. Las plantas más sensibles son el culantrillo y el perejil en maceta.

**Otro método y además por excelencia es nuestro propio cuerpo. Algunos utensilios como el péndulo o las varillas, etc en forma de ´´ L`` reaccionan de manera visible cuando nuestro cuerpo atraviesa una zona afectada por ese cambio brusco de la energía. Se trata de una reacción neuromuscular que provoca el movimiento del instrumento.

Los instrumentos y la práctica de esto convienen llevarse a cabo por personas experimentadas en la técnica y en el manejo adecuado de los utensilios, no es cosa de juego.

**Existen técnicas especializadas, como por ejemplo la Radiestesia, a partir de esta técnica podemos averiguar donde están la energía positiva y dónde la negativa.

**Si observamos en las calles o en nuestro jardín, que arbustos o árboles crecen totalmente curvados, sin motivo aparente, esto se debe al poder que ejerce las líneas en él, que justamente pasan por donde está plantado.

EFECTOS VISIBLES DE LAS FRANJAS.

***Muros con humedad en forma ascendente y de causa desconocida.

***Grietas y fisuras en paredes sin causa aparente, sin hundimiento del terreno, etc.

***Presencia continua de insectos.

***Plantas marchitas sin causa aparente que al cambiarlas de lugar reviven.

***Animales agresivos, faltos de vitalidad o tristes.

***Personas agitadas, sin apetito, con insomnio, dolencias continuas sin motivos, etc.

***Malformación en el crecimiento de árboles o arbustos.

¿QUÉ HACER? La solución a este problema es reconvertir la polaridad de las líneas negativas a positivas mediante el uso de pequeñas piezas de cobre, hilos de cobre con toma de tierra entretejidos en esteras, esto evitará que las geopatías continúen dañando la salud de la persona que se encuentra expuesta a estas nocivas energías. Una vez corregida la polaridad y al cabo una semana o menos, la persona empieza a sentir el beneficio de haber reconvertido la polaridad de estas líneas energéticas. Estos beneficios se perciben en un mejor descanso, la memoria se hace más aguda, la concentración aumenta, se siente más vitalidad y las afecciones físicas disminuyen.

Cambiando los muebles de sitio, valiéndonos de una persona experta en la materia que nos confirme que pasan líneas hartman justo donde está la cabecera de la cama, etc.

La naturaleza de las cosas



Es inmenso el esplendor de la persona que llega a conocer todo lo que ocurre dentro de sí, porque siendo consciente, todo lo falso desaparece y todo lo real se alimenta. El cambio debe surgir del núcleo más íntimo, no de la periferia. Toda la agitación está en la periferia; en lo profundo no hay agitación. Eres como el mar, toda esa agitación, todas las olas chocando entre sí, sólo están en la superficie. Pero a medida que profundices, cuanto más profundo vayas, más calma encontrarás. En el fondo del mar no hay agitación, ni siquiera una ola.

El estado de no-mente es el estado de lo divino. Dios no es un pensamiento sino la experiencia de la ausencia de pensamientos. No es un contenido mental; es la explosión que se produce cuando la mente carece de contenidos. No es un objeto que puedas ver; es la misma capacidad de ver. No es lo visto, sino quien ve. No es como las nubes que se juntan en el cielo, sino como un cielo sin nubes. Es ese cielo vacío. Cuando la conciencia no se proyecta en ningún objeto, cuando no hay nada que ver, nada que pensar, y sólo hay vacío alrededor, entonces uno cae sobre sí mismo. No hay lugar donde ir: uno se relaja en su propia fuente, y esa fuente es Dios.

Para oír lo que no tiene palabras tendrás que abandonar las palabras, porque sólo lo similar puede oír a lo similar, sólo lo similar puede relacionarse con lo similar. Cuando te sientes junto a una flor, no seas una persona, sé una flor. Cuando te sientes junto a un árbol, no seas una persona, sé un árbol. Cuando te bañes en el río, no seas un hombre, sé el río. Entonces recibes miles de señales. Y no se trata de comunicación; es una comunión. La naturaleza habla y habla en miles de lenguas, pero en ningún lenguaje.

Sé verdadero contigo mismo, porque tu propia verdad puede llevarte a la verdad definitiva. La verdad de cualquier otra persona no puede ser la tuya. Tienes una semilla dentro de ti. Sólo florecerás si esa semilla brota y se convierte en árbol, entonces sentirás el éxtasis, la bendición. Pero si sigues a otros, esa semilla seguirá muerta. Y puedes acumular todos los ideales del mundo y tener mucho éxito, pero te sentirás vacío porque nada te puede llenar; sólo la semilla, cuando se convierta en árbol, te llenará. Sólo te sentirás pleno cuando tu verdad haya florecido, nunca antes.

Haz las pequeñas cosas de tu vida con una conciencia relajada. Mientras comas, come totalmente; mastica totalmente, saborea totalmente, huele totalmente. Toca el pan, siente la textura. Huele el pan, huele el sabor. Mastícalo, deja que se disuelva en tu ser y permanece consciente; entonces estás meditando. Y entonces la meditación no está separada de la vida. Cuando la meditación está separada de la vida algo va mal. Se vuelve en contra de la vida. Entonces uno empieza a pensar en ir a un monasterio o a una cueva del Himalaya. Entonces uno quiere escapar de la vida, porque la vida parece distraernos de la meditación. La vida no es una distracción, la vida es una ocasión de meditar.

El corazón tiene razones que la razón no puede comprender. El corazón tiene su propia dimensión de ser, que es completamente oscura para la mente. El corazón es más elevado y más profundo que la mente; está más allá de su alcance. Parece alocado. El amor siempre parece alocado porque no es utilitario. La mente es utilitaria. Lo utiliza todo para algún fin; esto es lo que significa ser utilitario. La mente tiene un propósito y está orientada hacia un fin; lo convierte todo en un medio. Y el amor no puede convertirse en un medio; ése es el problema. El amor mismo es el objetivo.

El único problema que produce la tristeza, la desesperación, la ira, la desesperanza, la ansiedad, la angustia, la desgracia, es que te quieres librar de ellas. Ésa es la única barrera. Tendrás que vivir con ellas. No puedes escapar. Ellas crean las situaciones en las que podemos integrarnos y crecer. Son los desafíos de la vida. Acéptalos. Son bendiciones disfrazadas.

Siente continuamente algo dentro de ti que es igual, pase lo que pase en la periferia. Cuando alguien te insulte, céntrate en el punto donde sólo lo escuchas, sin hacer nada, sin reaccionar; simplemente escucha. Te está insultando. Y después alguien te alaba; simplemente escucha, insulto-alabanza, honor-deshonor, simplemente escucha. Tu periferia se alterará. Obsérvalo, no trates de cambiarlo. Míralo; permanece profundamente centrado, mirando desde allí. Así lograrás un desapego que no es forzado, un desapego espontáneo, natural. Y una vez que percibas ese desapego espontáneo, nada podrá alterarte.

Para el hombre ordinario lo que dicen los demás importa demasiado, porque no tiene nada propio. Lo que piensa de sí mismo es sólo una colección de opiniones de otros. Siempre tiene miedo; no debe comportarse de tal manera que pierda su reputación, su respetabilidad. Siempre tiene miedo de la opinión pública, de lo que dicen los demás, porque lo único que sabe de sí mismo es lo que le dicen los demás. Si lo retiran, lo dejan desnudo. Entonces ya no sabe quién es. No tiene ni una vaga idea de su propio ser; depende de los demás. Pero el hombre que está en meditación no necesita las opiniones de los demás. Se conoce a sí mismo; por eso no importa lo que digan. Aunque todo el mundo diga algo que va en contra de su experiencia, simplemente se reirá. Esa puede ser, como mucho, la única respuesta. Pero no va a dar ningún paso para cambiar la opinión de la gente. ¿Quiénes son ellos? Ni siquiera se conocen a sí mismos y están tratando de ponerle etiquetas. Rechazará las etiquetas. Simplemente dirá: «Soy lo que soy, y así es como voy a ser».

Cuando no hay pasado, cuando no hay futuro, sólo entonces hay paz. El futuro significa aspiraciones, logros, objetivos, ambiciones, deseos. No puedes estar aquí y ahora; siempre estás corriendo tras algo, yendo a alguna parte. Uno tiene que estar totalmente presente al presente; entonces es cuando hay paz. Y de ahí surge la renovación de la vida, porque la vida sólo conoce un tiempo, y ese tiempo es el presente. El pasado está muerto; el futuro sólo es una proyección del pasado muerto. ¿Qué puedes pensar del futuro? Piensas en términos del pasado, ya que es lo que conoces, y lo proyectas, aunque mejorado, por supuesto. Es más hermoso, está decorado; todos los dolores han desaparecido y sólo quedan los placeres, pero siguen siendo el pasado. El pasado no es, el futuro no es, sólo el presente es. Estar en el presente es estar vivo, en el óptimo, y eso es renovación.

El cielo y el infierno no son geográficos, son psicológicos, son tu psicología. El cielo y el infierno no están al final de tu vida, están aquí y ahora. La puerta se abre a cada momento; a cada momento transitas entre el cielo y el infierno. Es algo que ocurre de momento a momento, es inmediato; en un momento puedes pasar del infierno al cielo, del cielo al infierno. El infierno y el cielo están dentro de ti. Las puertas están muy cerca una de otra: con la mano derecha puedes abrir una y con la izquierda puedes abrir la otra. Con un cambio mental, todo tu ser se transforma: del cielo al infierno y del infierno al cielo. Cuando actúas inconscientemente, sin conciencia, estás en un infierno; cuando eres consciente, cuando actúas con plena conciencia, estás en el cielo.

El dolor es natural; tiene que ser comprendido, tiene que ser aceptado. Como tememos el dolor de manera natural, de manera natural tendemos a evitarlo. De ahí que mucha gente haya evitado el corazón y esté colgada en la cabeza, viva en la cabeza. El corazón da dolor, es verdad, pero sólo porque puede dar placer; por eso da dolor. El placer llega a través del dolor; la agonía es la puerta por la que entra el éxtasis. Si uno es consciente de él, acepta el dolor como una bendición. Entonces, de repente, la cualidad del dolor empieza a cambiar inmediatamente. Ya no eres su antagonista, y como ya no eres su antagonista, ya no es dolor; es un amigo. Es un fuego que te va a limpiar. Es una transmutación, un proceso en el que lo viejo se irá y lo nuevo llegará, en el que la mente desaparecerá y el corazón funcionará en su totalidad. Entonces la vida es una bendición.

Cuando es por la mañana, es por la mañana. Cuando es por la tarde, es por la tarde. No se puede elegir. Abandona la elección y te sentirás libre en todas partes: la libertad sólo puede hallarse en la ausencia de elección. Así, cuando eres joven, es muy hermoso, cuando eres anciano, es muy hermoso; cuando te estás muriendo, es muy hermoso; porque nunca estás separado de la totalidad, eres una ola del océano. La ola del océano puede pensar en sí misma como en un individuo; entonces vienen los problemas. La ola del mar nunca piensa que está separada; por eso, le le lleve donde le lleve el océano, ella se deja llevar alegremente, bailando; está muy dispuesta a seguir esa dirección.

Te has dado cuenta alguna vez de que el presente siempre es jugoso, el presente siempre es dichoso. La preocupación y el sufrimiento están creados por lo que quisiste hacer en el pasado y no pudiste, o por lo que quieres hacer en el futuro y no sabes si podrás. ¿Te has dado cuenta alguna vez? ¿Has visto esta pequeña verdad de que en el presente no hay sufrimiento ni preocupación?. Ésta es la razón por la que el presente no altera la mente; es la ansiedad la que altera la mente. En el presente no hay sufrimiento. El presente no sabe de sufrimientos, el presente es un momento tan breve que el sufrimiento no cabe en él. En el presente sólo cabe el cielo, no el infierno. ¡El infierno es demasiado grande!. El presente sólo puede ser en paz, sólo puede ser felicidad.

El pensador crea con sus pensamientos; ésta es una de las verdades fundamentales que tienes que entender. Todo lo que experimentas es creación tuya. Primero lo creas, después lo experimentas y después te quedas atrapado en la experiencia, porque no sabes que la fuente de todo está en ti.

Cuando deseas algo, tu alegría depende de ese algo. Si te lo quitan, te sientes desgraciado; si te lo dan, te sientes feliz, pero sólo momentáneamente. Esto también tiene que entenderse. Cuando se realiza tu deseo, sólo sientes una alegría momentánea. Es pasajera, porque una vez que tienes ese algo, la mente empieza a desear más, a desear otras cosas. La mente existe en el deseo; por eso nunca puede dejarte sin deseos. Si te quedas sin deseos, la mente muere instantáneamente. Éste es el gran secreto de la meditación.

Desgracia sólo significa que las cosas no encajan con tus deseos; y las cosas nunca encajan con tus deseos, no pueden hacerlo. Las cosas simplemente siguen su naturaleza. El hombre sabio es el que se relaja con la naturaleza de las cosas; él sigue la naturaleza de las cosas. Y cuando sigues la naturaleza de las cosas, no lanzas ninguna sombra. No hay desgracia. Entonces, incluso la tristeza es luminosa, incluso la tristeza tiene su belleza. No es que la tristeza no se vaya a presentar; se presentará, pero no será tu enemiga. Serás amigo suyo porque verás su necesidad. Podrás ver su gracia, podrás ver por qué está ahí y por qué es necesaria.

Osho

miércoles, 7 de octubre de 2009

EL LUGAR QUE TE CORRESPONDE

Ahí donde estás es tu lugar perfecto, es el sitio que has generado por correspondencia con tus pensamientos, sentimientos, palabras y acciones. Dios no tiene la culpa si tu vida es miserable, si estás enfermo, sufres, o careces hasta del mínimo para alimentar la vida. Tampoco te sirve de nada lamentarte, luchar para cambiar las cosas, o rezar de rodillas tus consabidas letanías del "dame, dame, dame". ¡Dios no te escucha! No lo hace porque ya te ha dado el regalo más grande que un padre pueda otorgar a su hijo: tienes a tu disposición sus ilimitados bienes, con una chequera en blanco. Pero tú aún no has aprendido cuales son las condiciones para poder girar a tu favor.

La realidad que vives en este momento, con cada uno de sus detalles, es tu propia creación, y si no haces algo por cambiar tus actitudes, la inercia se encargará de que las cosas sigan igual, o quizás peor. Debes comenzar reconociendo cuáles son los pensamientos, acciones y palabras que te han traído consecuencias tan funestas. Justo en ese punto tienes una lección por aprender, y mucho que transformar en ti mismo.

Si eres de los que se niega a servir y solo sabes quejarte, si solo consignas mezquindad y avaricia, ¿cómo puedes esperar que el banco de la vida te respalde con superlativa abundancia? Si tu conexión con el mundo es de rechazo; si tu disposición es la de buscar fallas en todo y luchar para cambiar las cosas ¿cómo puede tu cuerpo manifestar armonía y salud perfecta? ¿En qué punto se halla tu autovaloración?, ¿crees que eres merecedor de aquello que deseas? ¡Si te consideras lo "peor de lo peor", tú mismo te conviertes en el mayor obstáculo para lograr un triunfo! ¿Dónde marca tu termómetro de la gratitud? Si no valoras y agradeces lo que tienes, ¿Cómo esperas que te den más? Si nunca consideras suficiente lo que recibes y siempre quieres más, te arriesgas a que te lo quiten todo, para que aprendas a valorar lo que perdiste.

En todos los planos se aplican las mismas leyes: adquieres derechos según sean las habilidades que desarrolles, el manejo que des a tus recursos, y el grado de compromiso que estés dispuesto a asumir en tus tareas. La prosperidad, la salud y las buenas relaciones son los frutos que produce tu parcela, cuando has sido cuidadoso en el proceso de la siembra. No es posible obtener esas mismas dádivas rezando, y pierdes tu tiempo si esperas que algún día, sin hacer tu trabajo, la buena suerte te conceda lo que tu mano no labró.

Tu realidad presente no puede ser modificada. No es posible sembrar maleza y recoger naranjas, porque hay leyes de la naturaleza que lo impiden. Puedes rechazar la pequeña porción que te ha tocado, y pelear y luchar para alcanzar más beneficios. Pero eso no te conduce sino a incrementar el sufrimiento.

Sabiduría es poder precisar lo que necesitas cambiar ahora, para que tu futuro ofrezca horizontes despejados y no limitaciones. Tus maniobras de cambio comienzan en el nivel sutil de pensamientos y actitudes. No se trata de hacer lo que te gusta, sino de hacer que te guste lo que haces. La solución a tus problemas no la hallarás en cambiar el marco de lo externo, sino en afinar lo interno, para dar lo mejor de ti mismo en cada instante.

Si deseas recibir más, necesitas abrir tu corazón para dar más. Ese "dar más" no significa repartir cosas materiales, pues a nivel físico solo te corresponde ayudar a aquellos que están a tu cuidado, bien sea por lazos familiares, o laborales. Hay muchos más seres necesitados, pero algunos de ellos todavía deben aprender su lección en la escasez, y no debes ser tú quien lo impida. ¡Dar más, sí!, pero de otra provisión que hay en ti, que es más preciosa que el dinero. Tienes un capital, que puede llegar a ser inagotable si lo usas, pero si lo dejas quieto se extingue. Multiplícalo entonces sin reservas brindando: amor, comprensión, paciencia, gratitud, aceptación y respeto a todos los que te rodean. Las leyes universales son sencillas: solo te piden que sonrías, para que te devuelvan las sonrisas.