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viernes, 18 de septiembre de 2009

EL QUE BUSCA… ENCUENTRA


"El que busca seguridad, encuentra miedos que debe vencer y superar, y si los enfrenta, encontrará la seguridad"…


El que busca la luz, es quizás porque en su camino hay momentos de oscuridad… sino se rinde y lucha por continuar, tarde que temprano, la luz encontrará…

El que busca alegría, debe primero saber asumir en paz los momentos de tristeza, angustia y de dificultad; porque así al vencerlos, descubrirá una alegría tan grande, que nada ni nadie se la podrá arrebatar…

El que busca compañía, encuentra en su vida, momentos de gran soledad; si aprende a vivir en paz consigo mismo, aprenderá a vivir en comunidad y algún día encontrará alguien que a su lado quiera caminar…

El que quiere ganar y llegar a la meta; debe primero lanzarse a competir, quizás primero encuentre tropiezos y caídas, que debe aprender a enfrentar, para que los obstáculos del camino no le detengan, sino que lo hagan tan fuerte, que pueda así, ganar y su meta alcanzar…



El que quiere realizar un sueño, encuentra a veces en su interior desierto, el cual se hace necesario para aprender a soñar, y así llegar a creer que no existen los imposibles, no perder nunca la esperanza, de que si se lucha por ellos, se pueden hacer realidad.

El que busca amor, encuentra a veces dolor, porque así es el amor, se sufre por quien se ama, se ríe y se llora por amor… es el misterio que encierra en sí mismo, es la grandeza del amor…

El que busca aprender a vivir, tiene primero que aprender a morir, despojarse de tantas cosas que le atan y le impiden descubrir lo que realmente es la vida…

El que busca encuentra muchas veces aquello que quizás no quería encontrar; por ello renuncia a su búsqueda, se estanca o retrocede, no quiere continuar… lo que no sabe es que debe enfrentar lo que halla en su camino, no dejarse vencer por nada, porque todo ello es lo que le llevará a encontrar lo que tanto buscaba.

¡El que busca encuentra!..
. eh ahí una gran verdad; nada nos caerá del cielo; si anhelas algo, debes lanzarte a buscarlo, aunque ello signifique tener que enfrentar mil momentos y emociones que no te esperabas hallar… esa es la aventura de la búsqueda, y es lo que más adelante te regalará el gozo tan grande que se experimenta, cuando después de buscar tanto, con tus propios esfuerzos y luchas, logras encontrar lo que buscabas y aún mucho más…

martes, 1 de septiembre de 2009

MAS ALLÁ DE LA FELICIDAD Y LA INFELICIDAD HAY PAZ


¿Hay diferencia entre la felicidad y la paz interior?

Sí. La felicidad depende de las condiciones que se perciben como positivas. La paz interior, no.

¿No es posible atraer sólo condiciones positivas a nuestra vida? Si nuestra actitud y nuestro pensamiento son sólo positivos, manifestaríamos sólo eventos y situaciones positivos ¿cierto?

¿Sabe usted verdaderamente lo que es positivo y negativo? ¿Tiene el cuadro general? Ha habido muchas personas para quienes la limitación, el fracaso, la pérdida, la enfermedad o el dolor en cualquier forma se convirtieron en sus mayores maestros. Aprendieron a abandonar las falsas imágenes de sí mismos y las metas y deseos superficiales dictados por el ego. Obtuvieron profundidad, humildad y compasión. Se hicieron más reales.

Siempre que le ocurre algo negativo, hay una profunda lección escondida en ello, aunque usted no pueda verla en el momento. Incluso una enfermedad breve o un accidente puede mostrarle lo que es real e irreal en su vida, lo que en últimas importa y lo que no.

Vistas desde una perspectiva más alta, las condiciones son siempre positivas. Para ser más preciso: no son ni positivas ni negativas. Son como son. Y cuando usted vive en una aceptación completa de lo que es - que es la única forma cuerda de vivir - no hay "bueno" ni "malo" en su vida. Sólo hay un bien superior, que incluye el "mal". Visto desde la perspectiva de la mente, sin embargo, hay bien y mal, gusto y disgusto, amor y odio. Por eso en el Libro del Génesis, se dice que Adán y Eva no pudieron seguir viviendo en el "paraíso" cuando "comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal".

Eso me suena a negación y autoengaño. Cuando algo terrible me ocurre a mío a alguien cercano a mí - accidente, enfermedad, dolor o alguna muerte - puedo aparentar que no es malo, pero el hecho demuestra que es malo, ¿así que por qué negarlo?

Usted no está aparentando nada. Está permitiendo que sea como es, eso es todo. Ese "permitir ser" lo lleva más allá de la mente con sus patrones, de resistencia que crean las polaridades positiva y negativa. Es un aspecto esencial del perdón. El perdón del presente es incluso más importante que el perdón del pasado. Si usted perdona cada momento - le permite que sea como es - no habrá acumulación de resentimiento que necesita ser perdonado más adelante en algún momento.

Recuerde que no estamos hablando de felicidad aquí. Por ejemplo, cuando acaba de morir un ser amado o cuando siente que su propia muerte se aproxima, usted no puede ser feliz. Es imposible. Pero puede estar en paz. Puede haber tristeza y lágrimas, pero en caso de que haya abandonado la resistencia, bajo la tristeza usted sentirá una profunda serenidad, una quietud, una presencia sagrada. Esa es la emanación del Ser, esa es la paz interior, el bien que no tiene contrario.

¿Y si es una situación en la que puedo hacer algo? ¿Cómo puedo permitirle ser y cambiarla al mismo tiempo? Haga lo que tiene que hacer. Mientras tanto acepte lo que es. Puesto que mente y resistencia son sinónimos, la aceptación lo libera inmediatamente del dominio de su mente y así lo vuelve a conectar con el Ser. Como resultado, las motivaciones habituales del ego para "actuar" - el miedo, la codicia, el control, la defensa o alimentación del falso sentido de sí mismo - dejarán de operar. Ahora está al mando una inteligencia mucho mayor que la mente, y por lo tanto fluirá en su actuación una calidad diferente de conciencia.

"Acepta lo que venga tejido en el diseño de tu destino porque, ¿qué podría acomodarse más adecuadamente a tus necesidades?" Esto fue escrito hace dos mil años por Marco Aurelio, uno de esos seres humanos extraordinariamente escasos que tuvieron el poder mundano al mismo tiempo que la sabiduría. Parece que la mayoría de las personas necesita experimentar mucho sufrimiento antes de abandonar la resistencia y aceptar, antes de perdonar. En cuanto lo hacen, ocurre uno de los mayores milagros: el despertar de la conciencia del Ser a través de lo que parece ser el mal, la transmutación del sufrimiento en paz interior.

El efecto final de todo el mal y el sufrimiento que hay en el mundo consistirá en que los seres humanos se darán cuenta de quiénes son más allá del nombre y la forma. Así, lo que percibimos como mal desde nuestra limitada perspectiva es en realidad parte del bien superior que no tiene contrario. Esto, sin embargo, no se hace verdad para usted sino por medio del perdón. Hasta que eso ocurra, el mal no habrá sido redimido y por lo tanto seguirá siendo mal.

Por medio del perdón, que esencialmente consiste en reconocer la insustancialidad del pasado y permitir al momento presente ser como es, el milagro de la transformación ocurre no sólo interiormente sino exteriormente. Surge un espacio silencioso de intensa presencia en usted y a su alrededor. Cualquier persona o cosa que penetre en ese campo de conciencia será afectado por él, a veces visible e inmediatamente y otras veces en niveles más profundos con la aparición de cambios evidentes después. Usted disuelve la discordia, cura el dolor, disipa la inconsciencia - sin hacer nada -, simplemente siendo y manteniendo esa frecuencia de intensa presencia.